1 jun 2011

A palabras necias, oídos sordos

El Dr. van Uto, mi psicólogo de cabecera, decide que mi depresión (más la cantidad de situaciones extrañas que me vienen aconteciendo con el género femenino y el hecho se ser fanático de Racing), ha llegado a un límite muy por debajo de la litosfera y de todas las placas tectónicas de la Tierra con lo cual me deriva a una consulta psiquiátrica para medicarme con suma urgencia si quiero tener alguna esperanza. Un aliento bárbaro me dio van Uto, siempre el mismo pu... silánime.
La licenciada Viviana Old le hace honor a su apellido, debe tener 300 años aproximadamente si leo correctamente los surcos que atraviesan su frente, cara, manos, todo su cuerpo todo.



-¿Dónde me siento? -le pregunto cuando ingreso a su consultorio en San Telmo. Una casa antigua, y el cuarto que me atiende, repleto de libros viejos, algunas arañas en el techo (no lámparas) y un olor extraño a rancio y a vómito de varios días.
-¿Su nombre es? -pregunta ella ignorando mi consulta anterior.
-Guillermo. ¿Dónde me siento?
-¿Cómo el jugador de Boca? ¿Y el nombre?
-¿Qué jugador? Ya le dije el nombre: Guillermo.
-¿Palermo?
-No, no. Guillermo. Guillermo.
-¿Qué?
-Guillermooo -alzo la voz.
-Ah Guillermo, pero siéntese mi´jo, ¿qué hace parado? Siéntese ahí -me señala una silla.

Me siento, ella me enfrenta con otra silla y puedo ver su mandíbula desencajada, su pelo que no es su pelo, sino una mala peluca rubia que la hace aún más atemorizante, y unos ojos tan ojerosos que trasmiten una sensación muy lejana a la paz que buscaba.

-¿En qué lo puedo ayudar?
-Qué pregunta difícil, ¿por dónde empiezo?
-¿Qué? -Y se inclina para adelante acercando su oreja derecha a mi rostro para intentar escuchar.
-Le dije que es una pregunta difícil –repito elevando la voz nuevamente.
-¿Marabunta? ¿Dónde?
-"Pregunta", señora. "Pregunta". Nunca dije “marabunta”.
-¡Ah, mi´jo, hable claro! Ya me parecía raro.

Cuento hasta 5 para no putearla.

-Me separé el año pasado, mi ex mujer me engañó con mi mejor amigo, soy fanático de Racing, se la pasan perdiendo, mi ex...

Suena el teléfono del celular de la doctora (con un ring tone molesto: una versión de Xanadú cantada por Olivia Newton John y Travolta -Jonh también- pero extremadamente aguda) interrumpiendo mi presentación. Mrs Old atiende:

-¿Hola? -a los gritos, se pone de pie para atender - ¿Qué? ¡¡Hable más fuerte!! No, ahora no puedo, estoy con un paciente. Bueno, bueno, traeme unos espárragos, cebollas y tomates. Ah, y papas. Dos kilos. Sí. Sí. Gracias. ¿Qué? No te entendí. ¿Qué? Bueno, llamame después.

Se sienta. Me mira con sus ojos de mapache, y me vuelve a preguntar.

-¿En qué lo puedo ayudar?
-Ya le estaba contando.
-¿Qué?
-QUE YA LE ESTABA CONTANDO PERO SU TELÉFONO...

Es cuando un reloj cucú (sí, un reloj cucú... increíble) suena con un ruido espantoso. El pajarraco que sale parece una versión aggiornada del dibujito de Piernas Locas Crane. Unas campanitas ayudan a amplificar el estruendo general. El sonido “cucú cucú” de fondo se hace insoportable.

-Disculpe, ¿cuánto dura ese cucú?
-¿Qué?
-¿QUÉ CUÁNTO DURA ESE CUCÚ?
-¿Qué cucú?

Cuento hasta 10 ahora para no putearla.

-¿CÓMO “QUÉ CUCÚ”? ¿NO ESCUCHA EL RELOJ INFERNAL QUE ESTÁ DETRÁS SUYO?
-Ahhhhh, ¿el cucú dice usted, mi´jo?
-SÍ, EL CUCÚ SEÑORA.
-Dura dos minutos más, no se ponga ansioso. Quizás debamos medicar esa ansiedad que no le favorece. Podemos empezar con algo natural, yuyo u hongo.
-¿Yuyo u hongo? ¿Me habla en serio?
-¿Qué?
-DIJE YUYO U HONGO... ¡¡¡QUE USTED NO ESCUCHA UN PORONGO!!!

Suena otra vez Xanadú y mismo procedimiento. La doctora se levanta y contesta el celular a los gritos. El cucú por suerte cesa su tortura en ese momento.

-¿Qué? ¿En dónde? Ah, de ahí traete medio kilo de carne picada, y unas costillitas de cerdo. ¿Qué? No, de la carnicería, no de la heladería. Dale. Bueno, bueno. Ahora no puedo que estoy con un paciente.

Corta, se sienta, me mira. Sonríe. Me aprieto los huevos con una mano para distraer mi atención y no mandarla a la putísima madre que la parió.

-¿Me decía?
-Sí, le decía que me separé de mi mujer hace más de un año y que...
-¿Qué?
-QUE ME SEPARÉ DE MI MUJER HACE MÁS DE UN AÑO, Y TENGO PROBLEMAS PARA RELACIONARME CON LAS MUJERES. SIEMPRE ME SUCEDEN COSAS EXTRAÑAS QUE ME HACEN DUDAR QUE MI VIDA SEA REAL. SUELO PENSAR QUE SOY UN PERSONAJE MEDIOCRE DE ALGÚN DESALMADO ESCRITOR.
-¿Qué tiene que ver un Castor con las arañas?
-¿Qué arañas? ¿Qué Castor? ¿De qué habla?
-¿Qué?
-DIJE ¿QUÉ ARAÑA? ¿QUÉ CASTOR? ¡Y BASTA CON LOS “QUÉ”!
-¿No habló de cosas que lo arañan? ¿De un desalmado castor?
-Cosas "EXTRAÑAS", dije. "Extrañas". Y un desalmado "escritor".
-Por eso, castor.
-ESCRITOR. ESCRITOR.
-Escribir, claro. Esa es una buena idea para controlar su ansiedad, señor Palermo.
-GUILLERMO.
-Eso, y los yuyos y los hongos.

El reloj cucú vuelve a sonar con toda su furia. Las campanas repican. Y Xanadú se suma al baile.

-Es la hora mi´jo.
-¿Ya?
-¿Qué?
-Dije que “¿ya?”. Si no pasaron ni 15 minutos.
-¿Qué?
-QUE NO PASARON NI 15 MINUTOS
-No, no me interesan los putos, y menos si son tantos. Hablaremos de su inclinación sexual más adelante. En la próxima sesión.
-Yo no tengo ninguna lesión, Dra Old.
-Ay mi´jo, no dije “lesión”. Dije “sesión”. Le voy a dar una receta para unos antidepresivos y una orden para ver a mi amigo el Dr. van Gogh, que es un excelente otorrinolaringólogo. Necesita verse esas orejitas, Sr Palermo. Usted no escucha muy bien que digamos. Por lo pronto, lo veo la semana que viene a la misma hora. ¿Se sintió cómodo por ser la primera vez?

Cuento hasta 20. Cuento hasta 30. Pero nada me tranquiliza. Decido esperar a que el Cucú se calle para mandar a la vieja chota a donde se merece, y no precisamente al otorrincólogo o cómo corno se llame.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene razón la licenciada; el tema de la ansiedad debe ser tratado con urgencia!!
(respecto de la Academia, paciencia, ya vamos a encontrar nuestro lugar, debemos confiar en nosotros, y en nadie más)

M. dijo...

Fabio llegué a tu blog un poco por casualidad y lo encontré BUENISIMO! en un rato leí tooda la historia y es excelente! espero ANSIOSA tu próximo post! jajaja

Fabio Barone dijo...

Me alegro que te gustara Mariela. Ahora estoy con problemas de inspiración pero pronto Guillermo volverá a sus patéticas aventuras. No dejes de sumarte al grupo de Facebook a la derecha del Blog para poder sumar comentarios y sugerencias. (Contame cómo llegaste porque siempre me sirve ese dato). Besos

M. dijo...

Listo ahí me uní al grupo de Facebook!
Y cómo llegué acá? bueno estaba medio embolada del blog de la casada/separada de OHLALA y una comentarista recomendó su blog (http://pathetiqueyyounahistoriadevida.blogspot.com) y de ese blog salté automáticamente al tuyo que me hizo matar de la risa!
Ojalá esa inspiración vuelva pronto, me encanta el vecino de JuanPa, el Dr. Van Uto y ni hablar de la Lic. Viviana Old!

encontrar pareja dijo...

Tienes un humor y un cinismo muy bueno, da gusto leer tus posts jaja, esa licenciada debió de haber empezado un poco antes xD

RACING_CAPO dijo...

Q grande loco!!! Felicitaciones x tus post! Y vamos racing!!!

RACING_CAPO dijo...

Yo cai aca gracias a racing, vi el titulo y entre. Un fana racinguista como yo con ese titulo para a leer. Ya t lo comente. Suerte y espero q sigas escribiendo

Sex Shop Paraguay dijo...

Muy buenooo!!!!!!!!!!

Malina dijo...

Cuándo vas a continuar la historia? Está buena pero incompleta...

Fabio Barone dijo...

Hola Malina. Gracias por leerme y espero te haya gustado. Estoy falto de inspiración (humor específicamente hablando) para continuar la historia. La inspiración y el chiste fácil ha migrado a una etapa más oscura por asi decirlo. Te dejo mi otro blog para ver si te gusta
http://cuentosparacanciones.blogspot.com.ar/
besos

RACING_CAPO dijo...

Después d tanto tiempo t busqué y volví a leerte. Vamos con el paso a paso. Abrazo!

Fabio Barone dijo...

Bienvenido y mucho más si sos hincha de la academia. Abrazo