29 dic 2010

Navidad

Resulta que las navidades no son lo divertidas que solían ser en nuestra infancia. Las fiestas de fin de año se tiñen de una profunda melancolía que muy lejos está de los regalos que el gordito de Papá Noel nos dejaba en el árbol.
Empezando por los quilombos familiares:

-Nene, ahora que te separaste, ya no tenemos que pasarla con los agretas de tus suegros. Vamos a ir a lo del Tano Ramírez -dictamina mi mamá, a lo que mi viejo responde entre escupitajos:
-Jamás. A lo del Tano no voy. No soporto a la Greta y menos sus histeriquedas a la hora de repartir los gastos. Lo puedo llamar a Alfonso y a Esther que la pasan en la quinta, y de paso tenemos pileta.
-Siempre el mismo interesado vos. Andate con ellos, a mi me cansa que te tiren en cara la guita que tienen, que los autos, el hidromasaje, los tres departamentos que alquilan
-Ok, ok, pero a lo de tu hermana no pienso ir.
-Mientras no vayamos con tu mamá.
-A mi vieja no la puedo dejar afuera
-A mi hermana tampoco.
-¿Qué mierda hacemos entonces? Esto es culpa tuya, nene -me señala mamá- por separarte.

-Gracias má, gracias pá. Salgo gente..

Y con un portazo me voy cantando Jingle Bells irónica y melodiosamente.
En la puerta me espera Juan Pablo con su auto y nos vamos al bar, a encontrarnos con los muchachos.
Ya sentados, Tapón, Juan Pablo, el Tarta, Daniel, Miguel, Ernesto y yo, empezamos a planificar la noche.

-¿Hacemo algo después de las 12, no? –pregunta Daniel mientras le da a la picadita.
-Yo yo meeee queque do en caca casa –apunta el Tarta.
-Siempre igual vos con las navidades, dejate de joder –me enojo.
-Así es el Tarta –aclara Tapón- muchas navidades, pero ninguna noche buena.
-“Árbol de navidad” le dicen –agrega Miguel.
-¿Por?
-Tiene las bolas de adorno.
-¿Por qué no vamos a bailar al nuevo boliche que abren justito para las fiestas, “El Santa Claus Nocturno”? –pregunta Juan Pablo.
-Yo voy a estar con mi jermu –aclara Ernesto.
-Querrás decir mi ex –le respondo, y se genera un murmullo molesto.
-Bueno, che. Por una vez que nos escapemos de casa, no va a pasar nada. ---¿Hay putas ahí? –Indaga Miguel.
-Dejate de putas –acota Tapón – Navidad es el momento de estar con los seres queridos y brindarnos a ellos por completo.
-Mirá quién habla, ¡el infiel!
-Las putas son mis seres queridos –señala Juan Pablo.
-Vos no estabas de novio? –le consulto.
-La verdad que no me acuerdo. Estaba saliendo con Mónica, pero no recuerdo si nos peleamos, y me puse a salir con Jazmín, o si estoy saliendo con las dos en una relación free. Voy a tener que empezar a llevar una libreta con este tema.
-Che, ¡qué lorca de mierda en estas fechas! ¿no?
-Aquí, en Argentina, sí. Habría que irnos al norte.
-Pobre el chabón que se disfraza de Santa Claus.
-Sí, de terror. Con barba, y todo abrigado.
-Mirá allá –apunta Ernesto – Papá Noé.
-Y mamá tampoco –responde Juan Pablo.
-Se dice Papá Noel –le corrijo.
-En Navidad se puede coger o es pecado? –Consulta Miguel.
-No a la mujer de tu prójimo –respondo mirando a Ernesto.
-La cosa e que uses forro –agrega Daniel.
-Para eso tenés que esperar a Los Reyes Magos –acota Tapón.
-¿Qué tienen que ver los Reyes Magos?
-Es que cuando vienen, llegan con dádivas, regalos y con ...dones.
-Vamos a un boliche, hagamos algo –ruega Juan Pablo.
-Al final no me dijeron si se puede o no coger.
-Hay que coger.
-Sí. Esa es una noche buena.
-¿Y a fin de año que hacemos?
-Lo mismo que en Navidad, coger.
-Sexópata – le digo a Juan Pablo.
-Que te recontra.
-Muchachos, feliz Navidad y año nuevo para todos.
-Fe fe fe
-¿Felisa me muero?
-No, pepe pepe lotutu do. Fe fefe liz ...
-Sí, sí. Feliz navidad para todos.

Y las copas de sidra y champagne chocan en el aire haciendo que el deseo se transforme en sonido, casi música de villancico


“Cantemos todos cantemos
cantemos con entusiasmo
cantemos al Rey del cielo
que pronto vendrá a salvarnos.

Señor, tu pueblo te espera
Te espera con alegría
preparándonos estamos
para cuando llegue el día.

Señor: aquí estamos todos
de rodillas suplicando
pidiéndote, oh, Dios mío
que vengas pronto a salvarnos.”